Hola amigos, soy Guido Budriesi, orgulloso Presidente de la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos de San Isidro.
Hace ciento cincuenta años, (1872), en este bendito pedazo de suelo americano, nacía nuestra Sociedad, como medio de dar contención a los muchos inmigrantes, que llegaban a nuestras tierras en busca de mejores horizontes.
El por entonces ” pueblo de San isidro”, balcón privilegiado sobre el Rio de la Plata, allí no mas, en los primeros kilómetros de su nacimiento, a partir de sus dos grandes proveedores de agua, el Paraná y el Uruguay, y, frente por frente a la histórica Isla de Martin García, los cautivo de tal manera, que se afincaron definitivamente y nunca mas volvieron de ” hacerse la América “.
Hoy, San isidro, es una Ciudad pujante, pero aun conserva rincones que nos hablan de un pasado, no muy lejano, donde siempre hay tiempo para recibir a un nuevo amigo, y, tender una mano solidaria, para quien lo necesite.
En una Historia de la Humanidad que se cuenta en millones de años, ciento cincuenta, son solo un sueño, un suspiro, y, tal vez de eso se trate.
Por tal motivo, la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos, sigue los lineamientos que trazaran nuestros antepasados del ayer, plenamente vigentes en el hoy, y seguramente inalterables en el mañana.
Serán nuestros hijos, o, los hijos de ellos, quienes tomaran la posta en la prosecución de esos nobles ideales, confirmando así, aquello de que : ” cuando una persona tiene un sueño, y lo desea fervientemente, todo el Universo conspira para que se cumpla “.
Aquellos pioneros fundadores, que desde algún lugar seguramente nos están viendo, han comprobado que la semilla arrojada en suelo fértil, nunca ha dejado de dar sus frutos.
Y los seguirá dando, mientras haya un sanisidrense capaz de emocionarse, cuando al caer la tarde, y el Rio barroso parece un mar, y la luz se confunde con el agua, cruzan el horizonte los veleros que regresan de sus travesías, donde la Cruz del Sur, señala siempre nuevos derroteros. Hasta pronto nuevos amigos de toda la vida, y los invito a que nos conozcan, no tengo ninguna duda , tal como aquellos inmigrantes que fueran recibidos con los brazos abiertos, pronto serán ustedes quienes hagan lo propio, con quien pueda necesitarlo.
